Las barras de Once Caldas e Independiente Medellín dieron un ejemplo de sana convivencia a los demás colectivos de seguidores de los equipos del país, durante el previo al juego de Copa entre los dos clubes, realizado este miércoles 4 de agosto en Palogrande.
Integrantes de Holocausto Norte, la barra más numerosa y antigua de seguidores del Once Caldas, se ubicaron en la zona sur del estadio para recibir a los integrantes de la barra Rexixtenxia Norte, colectivo de aficionados del DIM, que viajaron desde Medellín a Manizales a presenciar el encuentro.
Los locales llevaron alimentos, bebidas y agua a sus colegas y les ayudaron en temas logísticos para su estadía en Manizales y su regreso a la capital antioqueña.
Jhon Jairo Vásquez, líder de la barra Holocausto Norte expuso lo qué se hizo y el origen de esta iniciativa: «Desde hace 8 años hemos llegado a acuerdos logísticos y de convivencia entre las dos barras, eso lo hemos hecho buscando armonía al momento de llegar las barras tanto acá como a Medellín, hemos logrado que las demás personas integrantes de las barras, en especial los nuevos, entiendan que no nos debemos matar por ser hinchas de un equipo diferente; las barras nos debemos colaborar en temas logísticos, para llegar a las ciudades para llevar tambores y banderas sin que haya problemas, respetando al rival, esto lo hacemos como miembros del colectivo barras por la convivencia».
El partido, tanto en el previo como después del mismo, se vivió en total armonía y sana convivencia entre las barras, hecho que fue resaltado por las autoridades municipales que acompañaron el evento con representantes de la Secretaría de Gobierno municipal y la Personería.
Comunicado de la Alcaldía:
#BalancePartido ⚽
La paz y la convivencia reinaron hoy en el Estadio Palogrande. Así se vivió el partido Once Caldas – Medellín, que se jugó en el escenario deportivo. La Alcaldía de Manizales, la Policía Metropolitana y la Personería Municipal resaltan el buen comportamiento de los hinchas, quienes disfrutaron la actividad con altura y hermandad.
Las dos barras demostraron como se debe compartir sanamente en torno al fútbol profesional colombiano, una experiencia digna de replicar en todos los escenarios del país, en bien del mismo deporte y por la tranquilidad y seguridad de todos los aficionados.